El cuerpo pasa por una etapa de cambios constantes, lo que dificulta la tarea de vestirse siguiendo las tendencias y adaptar la vestimenta puede convertirse en todo un desafío.
El ritmo de crecimiento se acelera día a día, por lo que es momento de invertir en pantalones con spandex, tus aliados y sosténes pero sin alambre en la parte del busto. Y en el último trimestre lo esencial será la comodidad, y esto no significa que te vas a descuidar. Al contrario, todo el foco de atención tiene que estar volcado a la panza. Los vestidos midi o extra largos sin estampas son excelentes aliados en este momento, al igual que un calzado extra seguro.
Aquí te traemos unos tips:
Compra las cosas poco a poco. Tu cuerpo cambia mucho cada mes, así que compra uno o dos pares de pantalones que te queden bien durante un tiempo, y luego sube de talla según sea necesario. Además, la ropa interior elástica es imprescindible.
Compra sujetadores -buenos- y vaqueros y pantalones con bandas elásticas, que son salvavidas.
Si compras algo, asegúrate de que pueda crecer contigo. Estudia tu guardarropa actual en busca de piezas inesperadas que favorezcan el embarazo.
Existen unas bandas diseñadas para sujetar tus pantalones desabrochados, por lo que te permiten llevar tus vaqueros y pantalones normales durante el embarazo.
Resaltar siempre los puntos fuertes -por ejemplo, el escote- y disimular aquellos con los que no se está tan a gusto (si no les gustan los tobillos, que suelen verse más anchos, se pueden usar pantalones o faldas para que no tengan tanto protagonismo.
Por mucho tiempo se impuso un estilo de ropa para embarazada con cortes y prints muy particulares. Si te sientes identificada con ese estilo o cómoda házlo pero no quiere decir que tengas que cambiar totalmente tu forma de vestir y estilo. Lo importante, más allá de la cantidad de semanas, es respetar el estilo propio porque estamos atravesando numerosos cambios y situaciones no comunes, así que lo podemos modificar para estar cómodas.
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